Tomado de: COLATINO
Por: César Villalona
Los políticos y los medios de comunicación de derecha desataron una enorme propaganda contra Venezuela a raíz de la devaluación de la moneda anunciada por el gobierno de ese país.
Que la moneda de un país se devalúe, o sea, pierda valor con respecto al dólar, es algo totalmente normal. Sucede a menudo y en cualquier país del mundo. Pero ahora que ocurre en Venezuela, la propia derecha, que con frecuencia adopta esa medida, la critica como si fuera lo peor que pueda suceder.
Cuando los gobiernos adoptan programas de ajuste, muchas veces bajo presión del Fondo Monetario Internacional (FMI), una de las medidas que aplican es la devaluación de la moneda.
Y toman dicha medida con dos propósitos: para que el gobierno recaude más dinero por los impuestos a las importaciones (que se encarecen) y para que a la economía entren más dólares, pues las empresas exportadoras se benefician de la devaluación al recibir más moneda nacional por los dólares generados por sus venas en el exterior.
Al aumentar sus ingresos, el gobierno puede pagar la deuda externa; y al aumentar la entrada de dólares también se facilita el pago de dicha deuda. En otras palabras, la devaluación, recomendada o impuesta por el FMI y adoptada por los gobiernos de derecha, ha servido para que las naciones pobres le paguen sus deudas a los organismos financieros internacionales y a los gobiernos de los países industrializados.
En México, Costa Rica, Argentina y muchos otros países se han devaluado las monedas. En El Salvador, el colón pasó de 2.5 por un dólar en el año 1985 a 8.75 en el año 2000, antes de la dolarización. Eso ocurrió durante los gobiernos del PDC y de ARENA.
Los economistas de derecha, tan ligeros en criticar a Venezuela, no dijeron entonces que El Salvador se estaba derrumbando. Porque más que análisis, lo que hacen dichos economistas es propaganda política. La devaluación es buena en El Salvador, pero no lo es en Venezuela. Así “analizan” esos economistas.
¿Qué es lo que sucede en Venezuela? Que el gobierno decidió que la moneda nacional, el bolívar, pasara de 2.15 por un dólar en el mercado oficial a 2.60 para financiar las importaciones esenciales (bienes de consumo, maquinarias, etc.) y a 4.30 para las importaciones no esenciales, como los carros, electrodomésticos y otras. Es decir, se estableció un tipo de cambio dual. En el primer caso la devaluación es de 21% y en el segundo es de 100%.
¿Por qué el gobierno adoptó esa medida? Por lo general, la devaluación se da cuando el dólar escasea o cuando hay una inflación muy grande que eleva los costos de las empresas exportadoras.
En el primer caso, el dólar, como cualquier mercancía que escasea, se pone caro, y en el segundo caso la devaluación se da para que las empresas exportadoras, afectas por mayores costos, reciban más moneda nacional por los dólares que generan con sus ventas y puedan mantener su rentabilidad.
En ambos casos la devaluación sería un reconocimiento de que el país está retrocediendo en la competencia mundial. Dicho retroceso se expresa en escasez de dólares (por menos exportaciones o por encarecimiento de importaciones) y en menos competitividad del sector exportador, afectado por altos costos.
Resulta que en Venezuela esas no son las causas de la devaluación. Los dólares abundan y la inflación no afecta las exportaciones. Veamos: el Banco Central de Venezuela cerró el año 2009 con 35,000 millones de dólares de reservas monetarias, monto que alcanza para financiar casi nueve meses de importaciones, si tomamos el dato de importaciones del año 2009, que fue de 38,500 millones1. Los organismos financieros internacionales estiman que el nivel de reservas es adecuado si alcanza para cubrir al menos tres meses de importaciones.
Por lo tanto, Venezuela cuenta con muchas reservas, tantas que una de las medidas que también anunció el gobierno fue el traspaso de 7,000 millones de las reservas al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN), creado hace cinco años para financiar la construcción de 200 empresas de bienes de consumo y para industrializar el país.
En cuanto a la inflación, si bien esta ha sido de 108%2 en los últimos cinco años, la misma ha sido compensada por el aumento del precio del petróleo, que fue de casi 200% en los años 2005-2008. Y aunque el precio disminuyó en el 2009, en este momento casi duplica el valor del año 2005.
Hay que tomar en cuenta que el 94.5% de las exportaciones venezolanas (57,610 millones)3 son petroleras. Por lo tanto, aunque la inflación suba los costos, los mejores precios del petróleo compensan dicha alza.
Las exportaciones no petroleras apenas fueron de 3,326 millones. Eso quiere decir que el encarecimiento de costos ocasionado por la inflación, si bien impacta en las exportaciones no petroleras, no genera un trastorno en la economía nacional porque dichas exportaciones son muy pequeñas. Los empresarios venezolanos son principalmente comerciantes importadores, banqueros y dueños de negocios de servicios.
¿Por qué, entonces, el gobierno devaluó el bolívar? Por dos razones fundamentales.
Primero, para elevar los ingresos públicos. Como la devaluación aumenta, en moneda nacional, los ingresos de las empresas exportadoras, el gobierno capta más dinero en concepto de impuestos a dichas empresas. PDVSA, que genera el 94.5% de las exportaciones, recibirá el doble de bolívares (4.60) por cada dólar que le transfiera al Banco Central.
Y al tener más bolívares, le trasladará más recursos al gobierno. El Presupuesto Nacional del año 2010 es de 159,000 millones de bolívares fuertes, de los cuales 39,400 millones (24.8%) se obtendrán de los ingresos petroleros. Con la devaluación de 100%, la recaudación del gobierno por dichos ingresos se duplicará. Con esos recursos adicionales el gobierno ampliará la inversión social y en infraestructura, o sea, mejorará los niveles de vida del pueblo y seguirá modernizando la estructura productiva del país.
Segundo, para recortar importaciones y proteger el aparato productivo nacional. Como el precio del dólar se mantuvo estable durante cinco años, el negocio de importar floreció y la producción nacional perdió estímulo. Con la devaluación se pretende encarecer las importaciones y proteger el aparato productivo nacional de la competencia externa, en un país que durante muchos años ha vivido de importaciones pagadas con la renta petrolera.
Obviamente no todas las importaciones son sustituibles en el corto y mediano plazo, pero al encarecerse se hacen menos competitivas frente a la producción local, que podría desarrollarse si cuenta con otros apoyos. Para tal fin, el gobierno creó un fondo de estímulo a la producción de bienes para el mercado interno, bienes que se han venido importando masivamente.
Es poco probable que la devaluación aumente las exportaciones no petroleras. Al menos en el corto plazo eso no ocurrirá, sobre todo porque los grandes empresarios no tienen interés en invertir en industrias ni en el agro. Ellos prefieren ganar rápido con sus negocios comerciales y de servicios. Quienes podrían exportar son las pequeñas empresas y las cooperativas. Para ellas el gobierno también creó un fondo de inversión.
Con la devaluación las importaciones se encarecerán, sobre todo las de bienes no esenciales. En el caso de los bienes esenciales el impacto en los precios será menor, pues la devaluación es de solo 21%. Sin embargo, el impacto general en los precios no será como dice la oposición al gobierno. Todo dependerá de la capacidad del gobierno de controlar el mercado importador y los demás canales de comercialización. Porque una parte importante de las importaciones, si se financian a un tipo de cambio de 4.30, no deberían encarecerse, pues el año pasado se financiaron con dólares del mercado no oficial, que anduvo por los 5.50 bolívares promedio.
Para esos importadores ya se había dado una devaluación. De manera que no pueden alegar que ahora comprarán los dólares más caros. Si el gobierno fiscaliza bien a esas empresas y actúa con eficiencia, puede impedir que suban los precios. De hecho, el cálculo del gobierno es que el impacto de la devaluación en los precios será de 5%. Para que el salario real no se vea afectado, el gobierno ya anunció un aumento del salario mínimo de 25% en el presente año.
Por otra parte, el traspaso de 7,000 millones de dólares al FONDEN es una medida muy positiva, pues ese fondo está destinado a crear para vender principalmente en el mercado local.
Se trata de una inversión que busca elevar y diversificar la producción de bienes básicos, elevar los niveles de industrialización del país, sustituir importaciones y generar fuentes de empleo permanente.
Para que Venezuela se convierta en una potencia media, como ha dicho reiteradamente el gobierno, tiene que hacer muchas cosas, pero una de ellas es reducir la dependencia de la renta petrolera y de las importaciones y desarrollar la producción agropecuaria e industrial. El economista Víctor Álvarez4 plantea que el aporte del sector industrial al PIB nacional debe pasar de 15% a 20%.
También considera que debe haber al menos 1 establecimiento industrial por cada mil habitantes, lo que implica pasar de 7,800 a 26,000 industrias. Los actuales recursos del FONDEN no alcanzan para tanto, pero la creación de este fondo es un paso importante para industrializar el país. Lógicamente, las medidas adoptadas por el gobierno no son suficientes y deben complementarse con otras, sobre todo de carácter fiscal y monetario.
En fin, la devaluación de una moneda puede ser muy dañina, pero también puede generar beneficios si se acompaña de otras medidas. Su impacto también depende del tipo de estructura económica del país que adopta la medida. En el caso de Venezuela es una medida que elevará los ingresos públicos y golpeará las importaciones no esenciales. La prensa de derecha truena contra el gobierno que preside Hugo Chávez. Y eso es normal, pues su labor consiste en atacar cualquier gobierno revolucionario que trabaje en función de las mayorías. Eso es lo que a la derecha le interesa, nada más.
1 Banco Central de Venezuela. “Mensaje de fin de año del Presidente”. Noviembre de 2009. http://www.bcv.org.ve/Upload/Publicaciones/mfa2009.pdf
2 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). “Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2008.” Febrero de 2009. Y Banco Central de Venezuela. Ibidem.
3 Banco Central de Venezuela. Ibidem.
4 Devaluación y reactivación productiva, el primer paso de avance. Web rebelión.org