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LUNES, 17 MAYO 2010
Es necesario invertir en políticas universales que vayan orientadas a desarrollar las capacidades de las personas, pues el desarrollo de un país se basa en su gente.
Por Magdalena Flores / Fotografía Francisco Campos
SAN SALVADOR – La pobreza es una problemática latente que ataca principalmente a los más indefensos que no cuentan con las condiciones mínimas para poder subsistir. Es como el cáncer de las sociedades subdesarrolladas.
En El Salvador el 40% de los hogares están bajo el umbral de la pobreza, de acuerdo a la última Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2008. Debido a la crisis económica y alimentaria, esta problemática se disparó, incluso las mismas autoridades gubernamentales reconocen que la crisis podría generan un retroceso de una década en relación a los avances logrados.
En declaraciones a La Prensa Gráfica el Secretario Técnico de la Presidencia , Alex Segovia, señaló que aunque no conocen las cifras exactas de cómo impactó la crisis el año pasado, sí es cierto que en tres años la pobreza va aumentar al menos un 10%, “lo que significa un retroceso de casi una década en los avances que teníamos, y eso sí es grave”, reconoció.
El Coordinador de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), William Pleitez, dijo a ContraPunto que para combatir dicha problemática el país necesita un modo de funcionamiento de la economía que garantice en primer lugar que las grandes metas económicas se combinen de manera positiva con las grandes metas sociales de la población.
Asimismo indicó que “el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para que se den los mejoramientos sociales que la población demanda”, por lo que el país debe priorizar su inversión en las capacidades humanas y realizar políticas de corte universal que no simplemente están orientadas a llevar alivios, como los programas de atención a la pobreza, sino a ampliar capacidades.
¿Cómo está la situación de la pobreza en el país?
A principios de los años noventa andaban alrededor del 60% del total de hogares, 6 de cada 10 hogares eran pobres. Supuestamente hasta el año 2006 se había reducido la tasa de pobreza de 60 a aproximadamente a 30%. Sin embargo de 2006 a 2008 la tasa de pobreza aumentó básicamente a niveles de 40% del total de hogares. Eso fundamentalmente ha sido consecuencia de la fuerte subida que experimentaron los precios de algunos bienes de consumo básico especialmente entre 2007 y 2008.
Este fue un período que se caracterizó por una fuerte subida del petróleo y también del precio de los alimentos, por supuesto en esto también ha influido el inicio de lo que se llama la recesión de la economía, que como decía recientemente Fusades (Fundación Salvadoreña para El Desarrollo Económico y Social) ya lleva en El Salvador más de 18 meses.
Ahora para el año 2008, para el último que existen encuesta de hogares de propósitos múltiples, resultaba que a nivel nacional el total de hogares pobres era de 39.9% a nivel nacional como promedio, pero era 35.7% en el área urbana y 49% de los hogares en el área rural.
Sin embargo, lo que nosotros decíamos es que a pesar de que las tasas de pobreza eran superiores en el área rural en términos cuantitativos, la pobreza era mayor en el área urbana porque la cifra que no salía era que del total de pobres de El Salvador, 58% vivían en las áreas urbanas. O sea las tasas eran menores, pero como hay un mayor porcentaje de población que vive en las áreas urbanas entonces el número de pobres era mayor en el área urbana que en el área rural. Por eso dijimos que hay que estudiar entonces la pobreza urbana y eso es lo que hemos hecho en el mapa de pobreza urbana.
Entonces ambas áreas están siendo afectadas, pero en mayor medida la urbana.
Las tasas son mayores en el área rural. Nosotros lo que sí queríamos destacar con esto es que aunque las tasas de pobreza en las áreas urbanas son menores, la dimensión del problema es grande y por consiguiente es necesario echar andar programas y políticas de atención a la población urbana. Porque aunque las tasas son menores, como volumen de población, realmente la población pobre urbana supera la población pobre rural.
También porque esto trae como consecuencia otro tipo de hechos, como violencia...
Bueno es que eso justamente también veíamos que la pobreza urbana tiene como una serie de características que la hacen diferente de las áreas rurales. Por ejemplo los riesgos de que sea acompañada por otros elementos como la violencia e inseguridad.
Las aspiraciones de la gente en las áreas urbanas son mayores que en el área rural. Hay una mayor densidad ciudadana en las áreas urbanas que en las áreas rurales, entonces todo ese tipo de características son las que definitivamente hacen indispensable que junto a los programas de atención a la pobreza rural haya también programas de atención a la pobreza urbana.
¿Cuántas personas viven en extrema pobreza y en pobreza relativa en el país?
A nivel nacional para el año 2008 habían 15.4% en una situación de extrema pobreza, en el área urbana era sólo el 12.1%; mientras que las áreas rurales era del 21.4%. En pobreza relativa el promedio nacional era el 31%, pero era 29.3% en el área urbana y 34% en las áreas rurales.
Antes le había dado pobreza de hogares, ahora le estoy hablando de pobreza de personas, y para 2008 el promedio era 46.4; 41.5% en las áreas urbanas y 55.4% en las áreas rurales.
La pregunta es ¿por qué la tasa de pobreza es mayor cuando se mide por personas que cuando se miden por hogares?
Porque los hogares más pobres son más numerosos, por eso es que todas las tasas cuando se contabilizan a nivel de personas suben.
Uno de los objetivos del milenio busca erradicar la pobreza y el hambre, ¿cómo estamos?
El objetivo es erradicar la pobreza y el hambre, pero la meta para el 2015 era haberla disminuido a la mitad, tomando como base el año 1990. Nosotros prácticamente podríamos decir que íbamos en la dirección correcta, incluso se consideraba en 2006 que la meta por lo menos midiendo la pobreza a nivel de hogares se había alcanzado porque habíamos pasado de 60 a 30%. Pero ahora tenemos justamente que como consecuencia del impacto de la crisis el país está retrocediendo.
Entonces, de estar en una situación de prácticamente haber logrado la meta, el país se ha movido a una situación en donde hoy lo más probable es que quizá no se termine logrando porque el impacto de la crisis en El Salvador en términos de la pobreza está siendo sumamente fuerte.
En el país existen personas que sobreviven con menos de un dólar al día y padecen de hambre.
En 1991 había un 12.7% de la población salvadoreña que tenía ingresos menores de un dólar al día. La meta por lo tanto era reducirla al año 2015 a 6.3%, para 2007 sin embargo era de 8.2 el porcentaje de personas, por eso se consideraba que íbamos más o menos en la ruta del cumplimiento, pero obviamente 2008 fue un año difícil, 2009 también fue relativamente difícil entonces esta es otra meta que seguramente se está complicando.
¿Y se pueden vincular esos índices con las personas que padecen hambre?
Eso se mide con el porcentaje de niños menores de 5 años con bajo peso, y ahí El Salvador en el año 1991 tenía 11.2% y la meta por lo consiguiente era disminuirlo a 5.6%, pero para 2007 había todavía el 8.6% de niños menores de 5 años con bajo peso, por eso se consideraba ya de difícil cumplimiento.
Aunque hay otros países donde la situación es más dramática que la nuestra ¿qué factores influyen para que esta problemática de la pobreza siga?
Habría que ver qué se necesita para que un país realmente pueda abatir la pobreza, la exclusión social. Yo diría que lo que se necesita es al final de cuentas un modo de funcionamiento de la economía que garantice que en primer lugar las grandes metas económicas se combinen de manera positiva con las grandes metas sociales de la población.
Por ejemplo todo mundo dice, y ciertamente es cierto, que es necesario más crecimiento económico. Pero el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para que se den los mejoramientos sociales que la población demanda, entonces esto básicamente nos lleva a la necesidad de modificar las maneras tradicionales de planificar el desarrollo.
El país lo que necesita para poder cumplir estás metas es poder articular lo que se le llama un circulo virtuoso de desarrollo. Este parte del reconocimiento que la principal riqueza de una nación está en su gente, y que realmente no va haber posibilidad de crecimiento sostenido, de tener altos niveles de inversión, de diversificar la estructura productiva, de tener altos niveles de competitividad sino se invierte en un mayor desarrollo de las capacidades de las personas.
O sea mientras no se reconozca esa prioridad que tienen las personas, como actores y destinatarios del desarrollo, entonces es bien difícil que un país pueda realmente alcanzar ese tipo de metas.
¿Cómo se concretiza darle prioridad a la gente o hacer de la gente la verdadera riqueza de un país?
Bueno invirtiendo en la formación de sus capacidades en primer término. Significa que El Salvador está obligado a invertir mucho más en educación. Países con un nivel de ingreso per cápita similar a El Salvador están invirtiendo en promedio 4.5% del PIB en educación y nosotros tenemos menos de 3%. Hay que invertir más en salud, en ciencia y tecnología y en capacitación. En realidad hay que expandir las redes de seguridad social en El Salvador, eso es parte de lo que se está planteando.
Entonces destinar un mayor porcentaje del PIB en la formación de las capacidades de las personas sobre todo las nuevas generaciones es un punto de partida indispensable, pero no basta. Adicionalmente es importante que el país sea más eficaz en términos de aprovechar las mayores capacidades adquiridas por las personas. Esto básicamente significa que el país tenga un rumbo en términos de qué tipo de sociedad y qué tipo economía quiere construir en el futuro. O sea puede tener una cantidad creciente de gente que está yendo a las universidades, está saliendo de la universidad, quizá no tanto como deberíamos, pero con el agravante de que salen y no encuentra un empleo acorde a las capacidades adquiridas y eso puede ser por dos razones.
En primer lugar porque la gente se sigue concentrando en un número reducido de actividades con pocas perspectivas de empleo, pero en segundo lugar porque probablemente el Estado hace muy pocas apuestas estratégicas para lo que podría ser el posicionamiento que busca del país en el escenario económico internacional.
Hay países que dicen: no, miren, nosotros quizá podamos jugar un papel importante en materia tecnológica aún siendo pequeños. O sea la idea es que los países se desarrollen en la medida que están invirtiendo crecientemente en el desarrollo de las capacidades de la gente, pero están permanentemente también leyendo cómo se está modificando el mapa de oportunidades y en función de eso hacen sus propias apuestas estratégicas de lo que van hacer las principales fuentes de empleo y el eje en el que se va sustentar la economía en los años siguientes, pero están haciendo apuestas permanentemente.
¿El Salvador está estancado en ese aspecto?
Pareciera ser que El Salvador ha hecho muy pocas apuestas estratégicas, a ello hay que agregar un tercer elemento que el país necesita con urgencia: echar andar políticas y programas novedosos e ingeniosos en materia de fortalecimiento de la seguridad jurídica y ciudadana.
La gravedad de los problemas que existen en estos ámbitos se está convirtiendo definitivamente en un obstáculo para cualquier avance en los otros dos que mencionábamos anteriormente.
Entonces los que han logrado dar esos saltos exitosamente han puesto la atención en esos grandes componentes: invertir más en la gente para fortalecer sus capacidades y opciones. En segundo lugar, decíamos, (se necesitan) apuestas estratégicas que de alguna manera aseguren que esas inversiones en educación, salud, capacitación en ciencia y tecnología van a tener un aprovechamiento productivo; y en tercer lugar generación de un entorno apropiado principalmente en materia de seguridad jurídica y seguridad ciudadana.
Entonces el trabajo realizado para erradicar la pobreza no ha sido el más adecuado…
Una cosa son los programas de atención a la pobreza focalizados, que prácticamente lo que buscan es llevar alivio a aquellos hogares, familias, aquellos asentamientos de mayores carencias; y otra cosa son las políticas de corte universal que justamente son las que están orientadas ya no a llevar alivio, sino ha desarrollar potencialidades, a ampliar capacidades, eso es otra cosa. No son excluyentes, son complementarias. Eso es como el gran desafío que tiene El Salvador enfrente, cómo diseñar un modelo, un patrón o un estilo de desarrollo que justamente se fundamenta en estos tres componentes que yo mencionaba.
¿Usted no ve la diferencia entre un gobierno y el otro en las formas de estar erradicando la pobreza?
Hay algunos cambios. Uno de los compromisos del nuevo gobierno es justamente iniciar programas de atención a la pobreza urbana. El nuevo gobierno está hablando conceptualmente de un sistema de protección social universal. Ese concepto de protección social universal obviamente requiere de un enfoque distinto al que hasta ahora se le ha venido dando a la atención a la pobreza.
En realidad supone un enfoque distinto, todavía no hemos visto cuáles van hacer los fundamentos de ese sistema de protección social universal. Porque el punto central en los sistemas de protección social universal están relacionados fundamentalmente a cinco temas. Uno de ellos sería cómo garantizar el acceso universal a una vivienda digna; el otro, cómo garantizar una canasta básica de servicios de salud para todas las personas, cuando digo la canasta básica puede ser un sistema como el Seguro Social. Cómo asegurar por ejemplo que las redes de salud realmente incorporen a toda la gente.
El otro punto está relacionado al retiro, que no sea precisamente un sistema al cual únicamente tenga acceso un porcentaje limitado de la población que tiene empleo formal sino que también sea de cobertura universal. El otro punto está relacionado a proteger a la gente ante la vulnerabilidad del ingreso. ¿Qué pasa por ejemplo si una persona pierde el empleo?, en otros países existe el seguro de desempleo.
Vivienda, salud, empleo, retiro, se me ha ido el quinto. Pero el punto es que eso es como garantizarle un piso básico a todos los miembros de la sociedad en esos ámbitos que se consideran que son indispensables... educación creo que no he mencionado.
¿Hacia esto debería de orientarse el trabajo en el país?
Así es. Ese es el punto. Aquí todo mundo está hablando del pacto fiscal pero si uno ve la gran diferencia entre los países que tienen ese piso social que garantiza un sistema de protección universal es justamente ver cuáles son las contribuciones a la seguridad social que hay en estos ámbitos.
Esto es tomando en cuenta el hecho de la igualdad…
Sí, pero el punto es que eso no debe ser concepto sino que eso al final de cuenta tiene que tener una base en recurso. Le voy a enseñar unos datos para que vea de lo que estamos hablando.
Aquí (Pleitez muestra unos documentos) los ingresos tributarios de lo que se paga de impuestos como porcentaje el PIB. Por decir algo Costa Rica tiene 15.9%, Guatemala 12.3%; Honduras 16.3%; Nicaragua 17.9%; Panamá 10.9%; República Dominicana 15.9% y El Salvador 13.5%.
Comparemos Costa Rica y El Salvador, Costa Rica como el país que más avanzado en Centroamérica en redes de seguridad social. El Salvador supuestamente tiene 2.4 menos de carga tributaria que Costa Rica, pero la diferencia está en que las redes de seguridad social pública esto representa el 6.6% del PIB en Costa Rica contra 1.6 – en El Salvador— porque Costa Rica tiene vivienda, tiene retiro, varios de estos componentes que El Salvador no tiene.
En El Salvador prácticamente no hay ninguno…
Por ejemplo en materia de vivienda son contribuciones ínfimas en relación a la dimensión del problema
En términos de la pobreza ¿cómo está la situación de El Salvador en relación a los demás países de Centroamérica?
El Salvador está en una situación intermedia muy por debajo por ejemplo de los niveles de los avances logrados por Panamá y sobre todo por Costa Rica, después sigue El Salvador pero con una distancia grande entre estos dos países. Guatemala tiene un problema altísimo, aunque tiene un ingreso per cápita bastante parecido al de El Salvador, las tasas de pobrezas son casi parecidas a las tasas de pobreza de Honduras y Nicaragua.
¿En qué porcentaje?
Tengo unos datos, (pero) lo que pasa es que la pobreza se mide con metodología diferente, eso generalmente hace que no sea completamente comparable. Pobreza total estos eran los niveles que supuestamente tenía como promedio el istmo centroamericano 48.8; Costa Rica 18.9; El Salvador 41.5; Guatemala 53.5; Honduras 74.3; Nicaragua 65.1; Panamá 24.2%