Tomado de: CONTRAPUNTO
Por Saúl Díaz Ortiz (*)
Análisis de la propuesta generadora de empleo en el rubro de las maquilas, presentada por CAMTEX
SAN SALVADOR-A principios del mes de mayo del presente año la industria textil salvadoreña, a través de la Cámara de la Industria Textil y Confección (CAMTEX), presentó una propuesta para crear más de 11,000 nuevos empleos. Estos nuevos empleos se generarían para llenar una demanda insatisfecha dentro del mercado textil internacional, luego de que el más reciente terremoto en Haití obligara a diversas fábricas de confección de dicho país a cerrar operaciones.
En tiempos de crisis y falta de empleo esta propuesta parece tentadora, sin embargo al analizar detenidamente como la industria textil quiere crear esos nuevos puestos de trabajo, podemos decir que, cuando menos, es una propuesta muy difícil de aceptar.
CAMTEX propone que los trabajadores de la industria textil modifiquen sus jornadas laborales y que pasen a ser de cinco días a la semana por ocho horas diarias y uno por cuatro horas; a tres días a la semana durante 12 horas diarias y uno más por 6 horas. Esta propuesta ha sido bautizada con el nombre de "jornadas 3.5X3.5".
Esta propuesta ha causado diversas reacciones de los actores involucrados. Los empresarios de la industria textil (conformada principalmente por las llamadas maquilas), expresan que además de crear una enorme cantidad de nuevos empleos, también existiría un tremendo incremento en la productividad de la industria lo que generaría beneficios para el país en términos de nuevas inversiones, tanto nacionales como extranjeras. El tema para los empresarios textiles es tan beneficioso que el presidente de CAMTEX autonombró a esta industria como la "verdadera fabrica de empleos" del país (en clara alusión a la promesa electoral que el actual presidente de la República hizo cuando aún era candidato a la presidencia).
Por parte del Gobierno, el Ministerio de Trabajo (MINTRAB) se expresó en contra de la propuesta por catalogarla de inconstitucional (al cambiar de manera importante la jornada laboral). La ministra de trabajo, Victoria de Avilés, propuso que se mantengan jornadas de ocho horas diarias pero de dos turnos en cada día. En este sentido, con la propuesta del MINTRAB se trabajaría cinco días a la semana de 6:00AM a 12:00MD y otro turno de 2:00PM a 10:00PM.
Por su lado, las gremiales de trabajadores del sector han expresado su rotundo rechazo ante la propuesta de las jornadas 3.5X3.5. Dirigentes de las gremiales "Confederación Sindical de Trabajadores de El Salvador" y "Federación de Asociaciones y Sindicatos Independientes de El Salvador"; manifestaron que las razones por las que se oponen son, entre otras: el deterioro físico y mental que conlleva trabajar durante jornadas tan largas, especialmente dentro de las condiciones en las que se labora en el sector textil; y el rechazo por parte de los empresarios textiles de pagar horas extra y el pago extra por las horas de trabajo nocturno.
Luego de observar las reacciones de los actores involucrados en este tema, quisiera presentar algunos hechos por los cuales esta propuesta no es aceptable dentro de la realidad actual.
Es curioso que esta propuesta se haga pública a principios de mayo del presente año, muy cerca de la celebración internacional del día del trabajador. Esta celebración conmemora el gran logro que se obtuvo dentro de los Estados Unidos para que por ley la jornada diaria laboral no sobrepasara las ocho horas. Además también conmemora el recuerdo de los trabajadores que en Chicago pelearon por sus derechos y luego de una manifestación violenta fueron apresados y ejecutados posteriormente. Luego de esto sucedido en el año de 1886, la mayoría de países democráticos en el mundo iniciaron un proceso para establecer un marco legal que velará por este derecho de los trabajadores y trabajadoras.
En El Salvador, de acuerdo al artículo 161 del código de trabajo se establece claramente que "La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno, salvo las excepciones legales no excederá de ocho horas diarias, ni la nocturna de siete" (entiéndase por excepciones legales las horas extra, las cuales deben ser pactadas de común acuerdo con el trabajador en forma ocasional, debiendo por ley tener un pago superior a la jornada ordinaria). Esto se confirma al leer el artículo 38 de la constitución donde se estipula la misma duración de la jornada laboral: "La jornada ordinaria de trabajo efectivo diurno no excederá de ocho horas y la semana laboral de cuarenta y cuatro horas". En este sentido, la propuesta de CAMTEX de las jornadas 3.5X3.5 es desde un principio inconstitucional, ya que incumple la duración máxima de la jornada laboral diaria, aun y cuando cumple la duración de la horas laborales semanales.
Sumado a lo anterior, es importante mencionar que dentro del sector textil salvadoreño, específicamente dentro de las fábricas llamadas maquilas, las condiciones laborales promedio dejan mucho que desear. En el año 2006 realice una investigación sobre este tema dentro de tres maquilas ubicadas en Antiguo Cuscatlán. De esa investigación pude concluir por entrevistas a varias trabajadoras que las condiciones laborales no cumplen muchas veces el mínimo establecido en cuanto a seguridad laboral, higiene e incluso derechos básicos (como por ejemplo poder ir al servicio sanitario cuantas veces sea necesario).
Por último, para evaluar la postura de los empresarios del sector textil se debe revisar sus argumentos principales. El primero consiste que se crearan un gran número de empleos y el segundo es que habrá un incremento en la productividad del sector.
El primer argumento es parcialmente verdadero, ya que el número de trabajadores y trabajadoras en el sector se duplicaría con esta medida, sin embargo serían empleos bajo condiciones laborales precarias y con jornadas tan largas que afectarían directamente al trabajador. En este sentido, un estudio publicado en el año 2007 por la Organización Internacional del Trabajo se destaca que jornadas laborales diarias excesivamente largas (mayores a ocho horas), pueden llegar a ocasionar problemas en la salud, en la vida familiar y accidentes del trabajador, además de una disminución de la productividad debido a la perdida de concentración y energía.
El segundo argumento, está mal planteado, ya que un aumento de personal distribuido en dos turnos solo incrementaría la capacidad de producción pero no necesariamente la productividad (producir más en menor o igual cantidad de tiempo). De hecho, debido a la jornada laboral diaria excesivamente larga la productividad tendería hacia abajo más que hacia arriba. En este sentido, el tema de la productividad en la maquila no ha sido analizado detenidamente, ya que sin necesidad de aumentar la jornada laboral diaria la productividad de las personas empleadas en el sector ha aumentado, sin embargo no lo ha hecho su retribución salarial real (poder adquisitivo que poseen los trabajadores y trabajadoras del sector). De acuerdo a estimaciones propias, la productividad promedio en el periodo de 1994 a 2003 en el sector de la maquila ha tenido una tendencia al alza, sin embargo lo salarios reales no han crecido a igual ritmo e incluso han disminuido de 2001 a 2003.
Todo lo anterior establece con firmeza que no es adecuado emprender jornadas laborales diarias mayores a ocho horas y que por tanto la propuesta realizada por los empresarios de la industria textil es inaceptable, no solo porque no traerá ninguno de los beneficios planteados y es una medida inconstitucional, sino también porque atenta contra la humanidad y los derechos de las personas empleadas en dicho sector.