Por: Julián Salinas
En el artículo "Preguntas elementales de la política económica" se hace una discusión conceptual acerca de los planteamientos teóricos que sustentan la política económica y su relación con la realidad material; en esta ocasión quisiera continuar la discusión con dos preguntas que nos permiten tener claridad de los agentes impulsores de la política económica y las consideraciones que deben tenerse en cuenta.
1) ¿Quién selecciona los fines de la política económica?
Se debe recordar en el artículo anterior la discusión entre objetivos y fines; los fines los estipula en gran medida el estado mediante las leyes y valores que sustentan su razón de ser; en donde existen mandatos generales que orientan al diseñador de la política económica.
Así la Constitución de la República de El Salvador sostiene en el artículo 101 que el orden económico debe responder esencialmente a principios de justicia social, que tiendan a asegurar a todos los habitantes del país una existencia digna del ser humano. Este es un mandato constitucional; pero es también un fin de política económica mas compatible con políticas de tipo finalistas con la diferencia que incorpora valoraciones ético políticas muy pertinentes.
De igual forma podría mencionarse el artículo 102 donde se menciona que el estado fomentará y protegerá la iniciativa privada dentro de las condiciones necesarias para acrecentar la riqueza nacional; podemos notar un híbrido entre fines de carácter finalistas y de ordenación.
Son ejemplos de como el estado proporciona aspectos que constituyen fines de política; también lo hace el gobierno, que son las personas que conducen el estado, de manera que mediante el programa de gobierno se construyen determinados fines. Así podría mencionarse los ministros el presidente de la República, entre otros.
Ahora bien si el estado proporciona algunos fines, porque existen diferencias entre una u otra gestión gubernamental en los fines de la política económica? y tiene que ver con las prioridades que cada gobernante asigna a determinados fines, también tiene que ver con los objetivos estipulados para alcanzar determinados fines.
Este último adquiere un simbolismo particular; pongamos de ejemplo el TLC con EEUU, cuando se negoció los gobernantes sostenían que era una herramienta para alcanzar un fin que es el desarrollo económico; pero muchos sosteníamos que el TLC no era compatible con el fin planteado, entonces la elección del fin no era compatible con el medio.
Por tanto los fines y los objetivos dependen de los intereses que quieran beneficiarse y responde justamente a la visión de la gestión gubernamental, que son los que a fin de cuentas, priorizan cuales de los fines son los más preponderantes y determinan los objetivos que se subordinan a tales fines, en correspondencia con los juicios de valor para beneficiar a determinados sectores de la sociedad.
2. ¿Que es el estado y quienes lo conforman?
Existen ejes categóricos para definir el estado, apelaré a una de las definiciones que sea funcional a esta discusión. El estado está conformado por el territorio, la lengua, la cultura, la historia y las leyes; sin embargo concretamente se puede aceptar la definición de estado como las instituciones públicas donde se encuentra el ejercito, la policía, los ministerios, los jueces, etc.
El gobierno son las personas que conducen el estado; los cuales tienen ideología visiones de mundo y priorizan determinados fines; así mismo determinan los medios para alcanzarlos, en quienes recae la necesidad de relacionar la ética con la política económica e implementarla con eficacia.
El gobierno comunmente se considera como la representación de la población, que son electas mediante el sufragio; sin embargo esto no significa que representen los intereses de todos los sectores de la sociedad; mas bien defienden de los grupos con quienes mejor se identifica.
Como es el gobierno quien elige los fines y objetivos de la política económica es necesario tener en cuenta que la política económica no es neutral, beneficia o perjudica a determinados sectores lo que asigna relevancia a la necesidad de incorporar la ética como principio rector de las medidas de política económica.
